Anàlisis

viernes, 31 de mayo de 2013

31/05/2013 - Seguidores inconstantes

NUESTRO PAN DIARIO
31/05/2013
Seguidores inconstantes
Lectura: Juan 12:12-19; 19:14-16
… He aquí tu Rey viene, montado sobre un pollino de asna. —Juan 12:15

¡Qué rápido puede cambiar la opinión pública! Cuando Jesús entró en Jerusalén para la fiesta de la Pascua, lo recibieron multitudes que querían que fuera su rey (Juan 12:13). Pero, cerca del final de semana, esa misma gente exigía que lo crucificaran (19:15).

Me incluyo entre esas multitudes inconstantes. Me encanta animar a un equipo que está ganando, pero pierdo interés cuando empieza a perder. Disfruto al participar en una actividad nueva y entusiasta, pero cuando el entusiasmo desaparece, quiero abandonar. Es un placer seguir a Jesús cuando obra lo imposible, pero me escabullo cuando Él espera que yo haga algo difícil. Es emocionante seguirlo cuando puedo hacerlo como parte de la multitud «aceptada». Es fácil confiar en Él cuando es más astuto que los inteligentes y más hábil que los poderosos (ver Mateo 12:10; 22:15-46). Pero cuando empieza a hablar del sufrimiento, del sacrificio y de la muerte, vacilo.

Me gusta pensar que habría seguido a Jesús hasta la cruz, pero tengo mis dudas. Después de todo, si no hablo de Él en lugares donde estoy seguro, ¿qué me hace suponer que lo haré en medio de una multitud de opositores?

Cuán agradecida estoy por la muerte de Jesús por los seguidores inconstantes, para que así podamos convertirnos en discípulos consagrados.

—JAL
Cristo merece seguidores a tiempo completo.

jueves, 30 de mayo de 2013

30/05/2013 - Error trágico

NUESTRO PAN DIARIO
30/05/2013
Error trágico
Lectura: 2 Crónicas 26:3-15
… Y su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso. —2 Crónicas 26:15

En literatura, un error trágico es un defecto de carácter del personaje que causa la caída del héroe de una historia. Así sucedió con Uzías, quien fue coronado rey de Judá a los 16 años de edad. Durante muchos años, buscó al Señor; y mientras lo hizo, Él le dio grandes victorias (2 Crónicas 26:4-5). Pero las cosas cambiaron cuando «… su fama se extendió lejos, porque fue ayudado maravillosamente, hasta hacerse poderoso. Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina…» (vv. 15-16).

Uzías entró en el templo del Señor para quemar incienso en el altar (v. 16), con lo cual desafió abiertamente la orden divina. Quizá su orgullo lo convenció de que las reglas de Dios se aplicaban a todos, menos a él. Cuando se enfureció contra los sacerdotes que le dijeron que estaba equivocado, el Señor lo castigó y se volvió leproso (vv. 18-20).

En la literatura y en la vida, vemos con frecuencia que una persona de buena reputación cae en desgracia y padecimientos. «Así el rey Uzías fue leproso hasta el día de su muerte, y habitó leproso en una casa apartada, por lo cual fue excluido de la casa del Señor» (v. 21).

La única manera de impedir que el néctar del elogio se convierta en el veneno del orgullo es obedecer al Señor con un corazón humilde.

—DCM
El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro, y al hombre la boca del que lo alaba. —Proverbios 27:21

miércoles, 29 de mayo de 2013

29/05/2013 - Calla, enmudece

NUESTRO PAN DIARIO
29/05/2013
Calla, enmudece
Lectura: Marcos 4:35-41
Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece… —Marcos 4:39

Mi amiga Elisa tiene una manera maravillosa de poner la vida en la perspectiva apropiada. Una vez, le pregunté: «¿cómo estás?», y esperaba que me contestara con el habitual: «bien». En cambio, dijo: «¡Tengo que despertarlo!». Le pregunté qué quería decir, y bromeó: «¿No lees tu Biblia?». Después, explicó: «Cuando los discípulos se enfrentaron con un problema, corrieron a despertar a Jesús. ¡Yo también iré corriendo a verlo!».

¿Qué hacemos cuando estamos atrapados en una situación complicada y sin saber hacia dónde ir? Quizá, como los discípulos que se enfrentaron con una tormenta amenazadora, corremos hacia Jesús (Marcos 4:35-41). Sin embargo, a veces, tal vez tratamos de salir del apuro vengándonos, difamando al que nos causó el problema o escondiéndonos desesperados y atemorizados en un rincón.

Debemos aprender de los discípulos que acudieron rápidamente a Jesús como su única esperanza. Tal vez Él no nos libere de inmediato, pero ¡recordar que está en nuestra barca marca la diferencia! Gracias a Dios, Él siempre está con nosotros en las tormentas de la vida, y dice cosas tales como «calla, enmudece» (v. 39). Así que, míralo en medio de tu tormenta y deja que te llene de la paz que surge de saber que Él está cerca.

—JMS
Que Jesús sea tu primera opción cuando las tormentas de la vida te amenacen.

martes, 28 de mayo de 2013

28/05/2013 - Exhibe la gloria de Dios

NUESTRO PAN DIARIO
28/05/2013
Exhibe la gloria de Dios
Lectura: Romanos 8:1-10
… los que son del Espíritu, [viven según] las cosas del Espíritu. —Romanos 8:5

Desde que era niño, me encanta el béisbol. En especial, me gustan los Tigers de Detroit. Sin embargo, hace poco, su mal juego y la cantidad de partidos perdidos al inicio de la temporada me frustraron terriblemente. Entonces, para mi bienestar personal, me tomé un descanso. Pasé cuatro días evitando todo lo que tuviera que ver con mi equipo favorito.

Durante esos días sin los Tigers, empecé a darme cuenta de cuán difícil es dejar cosas a las que uno se ha acostumbrado. No obstante, el Señor a veces quiere que lo hagamos.

Por ejemplo, tal vez estemos participando de una actividad que nos ha absorbido, y sabemos que sería mejor limitarla (ver 1 Corintios 6:12). O quizá tengamos una costumbre o práctica que somos conscientes de que a Dios no le agrada, y debemos dejarla porque amamos al Señor y deseamos glorificarlo con nuestra vida (15:34).

Cuando descubrimos cosas que interfieren en nuestra relación con Dios, Él puede ayudarnos a dejarlas, ya que nos ha dado la salida (1 Corintios 10:13), y el Espíritu nos capacita para hacerlo (Romanos 8:5).

Pidámosle que nos ayude a no impedir que su gloria brille a través de nosotros.

—JDB
Acercarse a Cristo hace que nos parezcamos más a Él.

lunes, 27 de mayo de 2013

27/05/2013 - Verdadero sacrificio

NUESTRO PAN DIARIO
27/05/2013
Verdadero sacrificio
Lectura: Romanos 5:1-11
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. —Juan 15:13

Enrique era uno de los chicos buenos. Consideraba que su trabajo como policía era un servicio a la comunidad, y estaba totalmente dedicado a servir a cualquier precio. Una prueba de ese deseo se veía en la puerta de su casillero en la estación de policía, donde había pegado Juan 15:13.

En ese versículo, nuestro Señor declaró: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos». Esas palabras no eran simples ideales nobles, sino que expresaban el compromiso de Enrique con sus deberes como policía; compromiso que demandó el precio supremo cuando fue asesinado mientras cumplía con su trabajo. Fue una muestra verídica del significado de un sacrificio verdadero.

A las pocas horas de expresarlas, Jesucristo puso en práctica las poderosas palabras de Juan 15:13. El acontecimiento del aposento alto, donde Jesús habló de ese sacrificio, fue seguido de la comunión con su Padre en Getsemaní, una serie de juicios ilegales y, posteriormente, la crucifixión delante de una multitud que lo ridiculizaba.

Por ser el Hijo de Dios, Jesús podría haber evitado el sufrimiento, la tortura y la crueldad. No tenía pecado ni merecía morir. Pero el amor, el combustible que impulsa el verdadero sacrificio, lo llevó a la cruz. Como resultado, nosotros podemos ser perdonados si aceptamos por la fe su sacrificio y su resurrección. ¿Has confiado en Aquel que entregó su vida por ti?

—WEC
Solo Jesús, el sacrificio perfecto, puede declarar perfectos a los culpables.

domingo, 26 de mayo de 2013

26/05/2013 - Un deudor

NUESTRO PAN DIARIO
26/05/2013
Un deudor
Lectura: 2 Corintios 5:12-17
… el amor de Cristo nos constriñe… —2 Corintios 5:14

Se cuenta que, cuando era joven, a Robert Robinson (1735-1790) y a sus amigos les encantaba meterse en problemas. Sin embargo, a los 17 años, él escuchó un mensaje de George Whitefield, basado en Mateo 3:7, y se dio cuenta de que necesitaba que Cristo lo salvara. El Señor le cambió la vida, y se convirtió en predicador. También escribió varios himnos, entre ellos, el conocido Fuente de la vida eterna.

Últimamente, he estado meditando en la gracia asombrosa de Dios para con nosotros y en la primera estrofa de ese himno: «Fuente de la vida eterna y de toda bendición; ensalzar tu gracia tierna, debe cada corazón». Estas líneas me traen a la mente las palabras del apóstol Pablo: «Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos» (2 Corintios 5:14-15).

No podemos ganarnos el amor y la gracia de Dios. Pero como ya las ha derramado sobre nosotros, ¡no podemos evitar vivir para Él y amarlo por lo que ha hecho! No estoy seguro de cómo es el asunto, pero probablemente incluya acercarnos a Él, escuchar su Palabra, servirlo y obedecerlo motivados por la gratitud y el amor.

Como deudores, somos llamados a vivir cada día para el Señor Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros.

—AMC
Los que conocen la gracia de Dios la muestran.

25/05/2013 - Capear la tormenta

NUESTRO PAN DIARIO
25/05/2013
Capear la tormenta
Lectura: Salmo 107:23-32
Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso […]. Y los libra de sus aflicciones. —Salmo 107:25, 28

Los antiguos habitantes de la nación de Axum (ubicada en las inmediaciones del Mar Rojo, en la actual Etiopía) descubrieron que los vientos tormentosos de la temporada monzónica podían aprovecharse para navegar velozmente con velas. En vez de temer a los vientos huracanados y a las lluvias, aprendieron a capear la tormenta.

El Salmo 107 describe maravillosamente la forma en que Dios permite que las tormentas se crucen en nuestro camino, para luego brindarnos ayuda para navegar en medio de ellas: «Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso […]. Y los libra de sus aflicciones» (Salmo 107:25, 28).

Confiar en Dios en tiempos de dificultad es un tema bíblico. Hebreos 11 menciona a muchos que utilizaron sus problemas como una oportunidad para ejercitar la fe y experimentar la gracia, la provisión y la liberación divinas: «… por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad» (vv. 33-34).

Las circunstancias tormentosas son inevitables. Aunque nuestra primera reacción quizá sea huir del problema, en su lugar, podríamos pedirle a Dios que nos enseñe a confiar en Él para navegar en medio de la tormenta.

—HDF
Es mejor atravesar la tormenta con Cristo que navegar tranquilos sin Él.

viernes, 24 de mayo de 2013

24/05/2013 - Patria celestial

NUESTRO PAN DIARIO
24/05/2013
Patria celestial
Lectura: Hebreos 11:8-16
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos… —Filipenses 3:20

Cuando era jovencita, una tarde, mi mejor amiga de la escuela secundaria y yo salimos a andar a caballo. Lentamente, cabalgamos por campos con flores silvestres y frondosas arboledas. Pero cuando dimos la vuelta en dirección al granero, los caballos partieron hacia la casa a todo galope. Nuestros amigos equinos sabían que era hora de que les dieran comida y una buena cepillada, y estaban ansiosos por llegar.

Como creyentes en Cristo, nuestro verdadero hogar es el cielo (Filipenses 3:20). Sin embargo, a veces, estamos aferrados al aquí y el ahora. Nos encantan las buenas dádivas de Dios: el matrimonio, los hijos, los nietos, los viajes, las profesiones y los amigos. Al mismo tiempo, la Biblia nos desafía a centrarnos en «las cosas de arriba» (Colosenses 3:1-2), las cuales pueden incluir los beneficios invisibles del cielo: la presencia permanente de Dios (Apocalipsis 22:3-5), el reposo perpetuo (Hebreos 4:9) y una herencia eterna (1 Pedro 1:4).

Hace poco, leí: «Los creyentes desean la herencia celestial, y cuanto más sólida es la fe, más ferviente es [el deseo]». Varios creyentes del Antiguo Testamento que se mencionan en Hebreos 11 tenían una fe firme en el Señor que los capacitaba para abrazar las promesas antes de que estas se cumplieran (v. 13). Una de esas promesas era el cielo. Si nosotros también confiamos en Dios, Él nos dará ese deseo por la «patria celestial» (v. 16), y ya no nos aferraremos más a este mundo.

—JBS
Para el creyente, cielo es sinónimo de hogar.

jueves, 23 de mayo de 2013

23/05/2013 - Pastor destacado

NUESTRO PAN DIARIO
23/05/2013
Pastor destacado
Lectura: Ezequiel 34:11-16
¿Por qué dices […]: Mi camino está escondido del Señor…? —Isaías 40:27

En Idaho, Estados Unidos, los pastores trasladan sus rebaños de las llanuras a las montañas durante la primavera. Miles de ovejas suben por los senderos para llegar a tierras elevadas donde pastarán en el verano.

La semana pasada, mi esposa y yo nos topamos con uno de esos rebaños. Las ovejas estaban recostadas en una pradera junto a un arroyo tranquilo; una escena pintoresca que evocaba el Salmo 23.

Pero ¿dónde estaba el pastor? Las ovejas parecían estar solas, hasta que algunas se separaron del resto y empezaron a alejarse hacia un barranco lejano. Entonces, oímos un agudo silbido desde arriba. Levantamos la vista y vimos que el pastor estaba sentado en una colina desde donde vigilaba su rebaño. Un perro montañés y dos collies de pastoreo estaban a su lado. Ante la señal del pastor, los animales se lanzaron a toda velocidad por la ladera y arrearon las ovejas descarriadas de regreso al rebaño.

Del mismo modo, el buen Pastor está vigilándote. Aunque no puedas verlo, ¡Él te ve a ti! Sabe tu nombre y conoce todo acerca de tu vida. Eres la oveja de su pastura (Ezequiel 34:31). Dios promete reconocer sus ovejas, apacentarlas en buenos pastos y vendar las perniquebradas (vv. 12, 14, 16).

Puedes confiar en que el Señor está alerta para cuidarte.

—DHR
El Cordero que murió para salvarnos es el Pastor que vive para cuidarnos.

miércoles, 22 de mayo de 2013

22/05/2013 - Un almuerzo perdido

NUESTRO PAN DIARIO
22/05/2013
Un almuerzo perdido
Lectura: Juan 4:27-38
Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. —Juan 4:34

Para mí, la comida es más que una necesidad; ¡es una parte de la vida que disfruto enormemente! Me encanta sentarme a comer un plato bien preparado, en especial, cuando tengo mucha hambre. Me imagino que los discípulos estaban hambrientos cuando volvieron al pozo donde Jesús estaba hablando con la mujer samaritana. Le rogaron: «Rabí, come» (Juan 4:31). ¿Qué respondió Él?: «Yo tengo una comida que comer, que vosotros no sabéis» (v. 32), lo cual hizo que se preguntaran si alguien ya le había llevado algo para comer (v. 33).

Me pregunto si los discípulos estaban tan preocupados por la comida que no pudieron percibir lo que sucedía. No entendieron lo que pasaba junto al pozo. Para Jesús, lo más importante era «[hacer] la voluntad del que me envió, y [acabar] su obra» (v. 34). Estaba concentrado en las necesidades espirituales de esa mujer que precisaba desesperadamente lo que solo Él podía darle.

Es fácil preocuparse por las necesidades del momento. Sin embargo, Cristo nos invita a ir más allá de nuestros intereses —nuestro «pequeño almuerzo»— y abrir los ojos ante el alma de aquellos que buscan respuestas para sus necesidades más profundas.

Entonces, únete a Jesús junto al pozo y permite que te utilice para contarles a otros sobre el alimento espiritual que únicamente Él puede dar.

—JMS
Ansía satisfacer las necesidades de quienes te rodean.

martes, 21 de mayo de 2013

21/05/2013 - ¿Abandonado? Jamás

NUESTRO PAN DIARIO
21/05/2013
¿Abandonado? Jamás
Lectura: Isaías 49:13-16
… yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida… —Isaías 49:15-16

Hace años, mientras mi esposo y yo visitábamos el Museo Smithsoniano del Aire y el Espacio, en Washington, Estados Unidos, vimos que había un cochecito de bebé sin nadie cerca. Supusimos que los padres lo habían dejado allí y que estaban acarreando a su hijo en brazos, pero, cuando nos acercamos, había un bebé durmiendo. ¿Dónde estaban los padres… algún hermano… una niñera? Nos quedamos allí un rato antes de llamar a un empleado del museo. ¡Nadie aparecía para reclamar al precioso niño! La última vez que lo vimos, estaban llevándolo en su cochecito a un lugar seguro.

Esa experiencia me hizo pensar en cómo será sentirse abandonado. Es una sensación tremenda que nadie se preocupe por uno; un sentimiento terriblemente doloroso. Pero aunque la gente nos abandone, el amor y la presencia de Dios están asegurados. Él promete que nunca nos dejará (Deuteronomio 31:8), que estará con nosotros dondequiera que vayamos, «todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:20).

El Señor nunca dejará de cumplir lo que les prometió a sus hijos. Aunque los demás nos hayan abandonado, podemos confiar en su promesa de que nada «nos separará del amor de Cristo» (Romanos 8:35-39).

—CHK
La confianza en la presencia de Dios es nuestro consuelo.

lunes, 20 de mayo de 2013

20/05/2013 - Una salvación segura

NUESTRO PAN DIARIO
20/05/2013
Una salvación segura
Lectura: Romanos 10:8-15
Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. —Romanos 10:9

Se cuenta que la Reina Victoria de Inglaterra se conmovió profundamente durante un culto en una iglesia. Después, le preguntó al capellán: «¿Puede uno estar absolutamente seguro en esta vida de la salvación eterna?». Él no supo responderle, pero un evangelista llamado John Townsend se enteró de la pregunta de la reina y, después de orar mucho, le envió una nota: «Con manos temblorosas, pero con un amor profundo, y porque sé que podemos estar absolutamente seguros hoy de nuestra vida eterna en el hogar que Jesús fue a preparar, ¿podría solicitar a su amabilísima Majestad que leyera los siguientes pasajes de las Escrituras: Juan 3:16; Romanos 10:9-10?».

Dos semanas después, el evangelista recibió esta carta: «… En oración y cuidadosamente, he leído las porciones de las Escrituras que mencionó. Creo en la obra consumada de Cristo a mi favor y, por la gracia de Dios, confío en que lo encontraré a usted en aquel hogar del cual el Señor declaró: "voy, pues, a preparar lugar para vosotros"». —Victoria Guelph

Townsend estaba convencido de que, en esta vida, podemos tener seguridad de la salvación eterna (v. 9), y le interesaba que otros también la tuvieran. Considera qué significan Juan 3:16 y Romanos 10:9-10 en cuanto a tu destino eterno. Dios desea asegurarte que tu pecado ha sido perdonado y que, después de que mueras, estarás para siempre con Él.

—Brent Hackett, Director de RBC Canadá.
Las vidas arraigadas en la gracia inmutable de Dios nunca pueden ser desarraigadas.

domingo, 19 de mayo de 2013

NPD 19/05/2013 - Continuará

NUESTRO PAN DIARIO
19/05/2013
Continuará
Lectura: Hechos 1:1-11
… me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. —Hechos 1:8
Los Hechos de los Apóstoles, el quinto libro del Nuevo Testamento, registra el comienzo de la iglesia cristiana encabezada por los líderes que había designado el Señor Jesús. Algunos eruditos han sugerido que también podría llamarse «los Hechos del Espíritu Santo», ya que su poder les dio valor a los apóstoles para enfrentar las dificultades.
Justo antes de que Jesús ascendiera al cielo, les dijo a quienes había escogido: «recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:8). Con esas palabras, terminó un capítulo de la historia de la obra divina en la Tierra y empezó uno nuevo. Nosotros somos parte de esa historia en curso.
Hechos describe el testimonio fiel de Pedro, Juan, Bernabé, Pablo, Dorcas, Lidia y muchos otros durante los primeros tiempos de la Iglesia. Estas personas comunes y corrientes dependieron del Señor para obtener fortaleza mientras difundían su Palabra y demostraba su amor.
Esa historia continúa a través de nosotros. A medida que confiamos en Dios y obedecemos sus instrucciones para dar a conocer a Jesús, Él escribe nuevas páginas de su historia de la redención.
—DCM
La gente se entera de historias verídicas de la fe cuando las ve.