Anàlisis

sábado, 30 de noviembre de 2013

30/11/2013 - Escucha y responde

NUESTRO PAN DIARIO
30/11/2013
Escucha y responde
Lectura: Salmo 66:10-20
Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica. —Salmo 66:19

Una semana después de la muerte de C. S. Lewis, en 1963, colegas y amigos se reunieron en la capilla de Magdalen College, en Oxford, Inglaterra, para recordar al hombre cuyos escritos habían encendido las llamas de la fe y la imaginación tanto en niños como en eruditos.

Durante la reunión de conmemoración, un amigo íntimo de Lewis, Austin Farrer, señaló que Lewis siempre enviaba una respuesta personal manuscrita a todas las cartas que recibía de los lectores en el mundo entero, y agregó: «Su actitud característica hacia las personas en general era de consideración y respeto. Tenía la gentileza de atender a tus palabras».

En ese sentido, Lewis reflejaba la destacada atención que Dios presta a lo que le decimos en oración. Durante un tiempo de gran dificultad, el escritor del Salmo 66 clamó a Dios (vv. 10-14). Más tarde, alabó al Señor por haberlo ayudado: «Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica» (v. 19).

Cuando oramos, el Señor escucha nuestras palabras y conoce nuestro corazón. Sin duda, podemos expresar con el salmista: «Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia» (v. 20). Nuestras oraciones se convierten en la avenida a una relación más profunda con Él. En todo momento, aun en las horas de mayor necesidad, Él atiende a nuestras palabras.

—DCM
Dios siempre nos presta atención.

viernes, 29 de noviembre de 2013

29/11/2013 - Primeras impresiones

NUESTRO PAN DIARIO
29/11/2013
Primeras impresiones
Lectura: 1 Samuel 16:1-7
… pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón. —1 Samuel 16:7

Un día, mientras compraba en un supermercado, una persona me consideró un ladrón, mientras que otra pensó que era un héroe.

Cuando salía del edificio, un empleado dijo: «Disculpe, señor. Hay muchos artículos en su carro que no están embolsados». Evidentemente, esa es una estrategia de quienes roban en las tiendas. Cuando vio que eran productos demasiado grandes para poner en las bolsas, se disculpó y me dejó seguir mi camino.

En el estacionamiento, una mujer miró de reojo mi gorro deportivo bordado en dorado y lo confundió con un sombrero militar. Entonces, exclamó: «¡Gracias por defender nuestro país!». Y después, se fue.

Tanto el empleado del supermercado como la mujer en el estacionamiento hicieron conclusiones apresuradas sobre mí. Es fácil formar opiniones basadas en las primeras impresiones.

Cuando Samuel tuvo que elegir de entre los hijos de Isaí al siguiente rey de Israel, también juzgó según sus primeras impresiones. Sin embargo, el elegido de Dios no era ninguno de los hermanos mayores. El Espíritu le señaló a Samuel: «No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura» (1 Samuel 16:7). El Señor escogió a David, el menor, cuyo aspecto no se parecía en nada al de un rey.

Dios puede ayudarnos a ver a las personas a través de sus ojos, porque «el Señor no mira lo que mira el hombre; […] el Señor mira el corazón» (v. 7).

—HDF
A menudo, las primeras impresiones llevan a conclusiones equivocadas.

jueves, 28 de noviembre de 2013

28/11/2013 - Cómo disfrutar

NUESTRO PAN DIARIO
28/11/2013
Cómo disfrutar
Lectura: Eclesiastés 5:13-20
Asimismo, a todo hombre [que] tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. —Eclesiastés 5:19

En su libro Daring To Draw Near [Desafío a acercarse], el Dr. John White escribe que, varios años antes, Dios había permitido que adquiriera una casa encantadora y muy lujosa. Sus sentimientos en cuanto a la casa fluctuaban en forma dramática.

Cuando pensaba que era un regalo bondadoso de Dios, se sentía gozoso y agradecido. Pero cuando empezaba a compararla con las de sus amigos, se sentía orgulloso de tener una casa tan hermosa, y su gozo desaparecía. Entonces, ese hogar se convertía en una carga. Lo único que podía ver era la cantidad de plantas y árboles que había que cuidar y la interminable cantidad de tareas complicadas que había que hacer. White declaró: «Mientras la vanidad nubla mis ojos y las cargas enturbian mi corazón, la gratitud me aclara la visión y aliviana mi peso».

El escritor de Eclesiastés veía a Dios en cada aspecto del disfrute de las cosas materiales. La capacidad de comer del fruto de nuestro trabajo e incluso la fuerza para recibirlos y disfrutar de ellos provienen del Señor (5:18-19).

De principio a fin, todas las cosas de esta vida son un regalo constante de parte de Dios. No merecemos nada. El Señor no nos debe nada tampoco. Sin embargo, nos da todo. Si recordamos esto, no tenemos por qué sentirnos egoístas ni culpables. Todas las bendiciones materiales que disfrutamos son una dádiva de nuestro Dios bondadoso.

—DJD
«Dios, quien nos ha dado tanto, nos da una cosa más: un corazón agradecido». —Herbert

miércoles, 27 de noviembre de 2013

27/11/2013 - Lugar del agua

NUESTRO PAN DIARIO
27/11/2013
Lugar del agua
Lectura: Salmo 42:1-5
… el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. —Juan 4:14

África del Este es uno de los lugares más secos de la Tierra, lo cual hace que «Nairobi» sea un nombre tan significativo para una ciudad de esa región. El término proviene de una frase en masai, que quiere decir «agua fría», y que literalmente significa «el lugar del agua».

A lo largo de la historia, la presencia de agua ha sido tanto vivificadora como estratégica. Ya sea que una persona viva en un clima seco o en un bosque tropical, el agua es una necesidad innegociable. En una región seca y árida, saber dónde encontrar el lugar del agua puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Nuestra vida espiritual también tiene ciertos elementos innegociables. Por eso, al encontrarse con una mujer espiritualmente sedienta junto a un pozo, Jesús le declaró que Él era el único que podía proveerle agua viva: «el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna» (Juan 4:14).

Tal como el ciervo del Salmo 42:1-2, que brama en busca de agua, nuestra alma tiene sed de Dios y anhela tener comunión con Él (Salmo 63:1). Necesitamos desesperadamente la provisión que viene solamente de Jesucristo. Él es la fuente de agua viva que renueva nuestro corazón.

—WEC
Jesús es la fuente de agua viva.

martes, 26 de noviembre de 2013

26/11/2013 - Amor verdadero

NUESTRO PAN DIARIO
26/11/2013
Amor verdadero
Lectura: 1 Corintios 13:1-8
[El amor] todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser… —1 Corintios 13:7-8

Hace unos años, a la madre de una amiga mía le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer. Desde entonces, Isabel se ha visto obligada a tomar decisiones difíciles sobre su cuidado, y a menudo se le rompe el corazón al ver que su vibrante y divertida mamá va perdiéndose lentamente. Durante el proceso, mi amiga ha aprendido que el amor verdadero no siempre es fácil ni conveniente.

El año pasado, después que su madre fue hospitalizada durante un par de días, Isabel le escribió estas palabras a algunos de sus amigos: «Aunque parezca raro, estoy muy agradecida por la travesía que estoy viviendo con mi madre. Detrás de la pérdida de la memoria, la confusión y la total impotencia, hay una persona hermosa que ama la vida y está en completa paz. Estoy aprendiendo muchísimo sobre lo que significa el amor verdadero, y aunque probablemente no hubiera pedido atravesar esta situación ni las lágrimas y el dolor de corazón que la acompañan, no lo cambiaría por nada».

La Biblia nos recuerda que el amor es paciente y bondadoso. No busca lo suyo ni se enardece con facilidad. «Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1 Corintios 13:4-7).

El amor verdadero se originó con nuestro Padre, quien nos dio el regalo de su Hijo. Al procurar mostrar su amor a los demás, podemos seguir el ejemplo de Cristo, quien entregó su vida por nosotros (1 Juan 3:16-18).

—CHK
Amar de verdad es ayudar a otros en nombre de Jesús aunque no puedan devolver el favor.

lunes, 25 de noviembre de 2013

25/11/2013 - Plagio espiritual

NUESTRO PAN DIARIO
25/11/2013
Plagio espiritual
Lectura: Juan 1:1-18
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre)… —Juan 1:14

Cuando enseño redacción, exijo que los alumnos escriban durante la clase. Sé que la composición que elaboran en el aula es obra de ellos, lo cual me permite familiarizarme con las particularidades de la expresión escrita de cada uno y detectar si «toman prestadas» demasiadas improntas de otro autor. Los alumnos se sorprenden al descubrir que su voz escrita (que incluye lo que redactan y cómo lo hacen) es tan distintiva como su voz física. Tal como las palabras que decimos proceden del corazón, lo mismo sucede con lo que escribimos: revela quiénes somos.

De manera bastante similar, nos familiarizamos con la voz de Dios. Al leer lo que escribió, descubrimos quién es y cómo se expresa. No obstante, Satanás trata de sonar como si fuera Dios (2 Corintios 11:14). Usa las palabras del Señor con una leve modificación para desarrollar argumentos convincentes sobre mentiras. Por ejemplo, al convencer a las personas de que hagan cosas supuestamente piadosas, tal como confiar en un régimen externo de autodisciplina en vez de poner la fe en la muerte y resurrección de Cristo para ser salvos (Colosenses 2:23), Satanás ha descarriado a muchos.

Dios se ha esforzado al máximo para asegurarse de que reconozcamos su voz. No solo nos dio su Palabra, sino que también nos entregó al Verbo hecho carne: Jesús (Juan 1:14), para que no seamos fácilmente engañados ni desviados.

—JAL
Sumamente pura es tu palabra, y la ama tu siervo. —Salmo 119:140

domingo, 24 de noviembre de 2013

24/11/2013 - ¿Qué hora es?

NUESTRO PAN DIARIO
24/11/2013
¿Qué hora es?
Lectura: Gálatas 3:26–4:7
Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo… —Gálatas 4:4

El antiguo adagio es verdad: ¡El tiempo lo es todo! Por eso, me intriga tanto la declaración de Pablo: «Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo…» (Gálatas 4:4).

Un rápido vistazo a la historia revela que la venida de Cristo fue en el momento preciso. Siglos antes, Alejandro Magno había conquistado la mayor parte del mundo conocido, e impuso así la cultura y el idioma griegos. Al borde de su deceso, el Imperio Romano continuó con la obra y expandió el territorio, manteniendo la influencia griega. La crucifixión, donde Cristo derramó su sangre por nosotros, tuvo lugar durante el gobierno romano. Y este también dispuso las cosas para que el evangelio se difundiera por los tres continentes: caminos buenos, fronteras territoriales sin restricciones de «pasaportes» y un mismo idioma. La providencia divina había puesto todas las piezas en su lugar para el momento oportuno de enviar a su Hijo.

El tiempo de Dios es perfecto en todo. Mientras esperas y tal vez te preguntas por qué parece que el Señor no actúa a tu favor, recuerda que está obrando entre bambalinas, preparando el momento correcto para intervenir. Él sabe qué hora es.

—JMS
«Señor, enséñanos la disciplina de la paciencia, porque esperar suele ser más difícil que actuar». —Marshall


sábado, 23 de noviembre de 2013

23/11/2013 - Cartas vivientes

NUESTRO PAN DIARIO
23/11/2013
Cartas vivientes
Lectura: 2 Corintios 3:1-11
Siendo manifiesto que sois carta de Cristo […], escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo… —2 Corintios 3:3

En noviembre de 1963, el mismo día en que el presidente John F. Kennedy fue asesinado, murió otro líder: Clive Staples Lewis. Este erudito de Oxford, convertido del ateísmo al cristianismo, fue un prolífico escritor. De su pluma surgieron libros sobre temas intelectuales, ciencia ficción, fantasías infantiles y mucho más, con un poderoso mensaje cristiano, los cuales Dios ha utilizado para la salvación de muchos, incluidos un político y un científico ganador del premio Nobel.

Algunas personas son llamadas a hablarles de Jesús a otros mediante sus escritos, pero todos los creyentes somos llamados a ser «cartas» de Cristo al dar testimonio de Él con nuestra vida. Pablo afirma: «Siendo manifiesto que sois carta de Cristo […], escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo… (2 Corintios 3:3).

Sin duda, el apóstol no está diciendo que somos trozos de papel en donde se ha escrito el mensaje de Dios. Pero como cartas vivientes, podemos demostrar que Jesucristo marca una diferencia en cómo tratamos a los demás y nos esforzamos para vivir con integridad.

Pocos impactarán a otros como lo hizo C. S. Lewis, pero ¡todos somos llamados a dar gloria a Aquel que nos ama y nos ha redimido!

—HDF
Somos «cartas de recomendación» de Cristo para todos los que leen nuestra vida.

viernes, 22 de noviembre de 2013

22/11/2013 - Cubiertos

NUESTRO PAN DIARIO
22/11/2013
Cubiertos
Lectura: Lucas 1:26-38
… El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra… —Lucas 1:35

Hoy hace 50 años, el asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy dejó pasmado al mundo entero. El día después de que le dispararon, un artículo del periódico londinense The Times habló de las repercusiones del hecho en los mercados financieros en todo el planeta. Se titulaba: «Todos los otros eventos quedaron relegados por la tragedia en los Estados Unidos».

Hay momentos en nuestra vida cuando una muerte, una tragedia o un repentino giro de los acontecimientos eclipsan todo lo demás. Le sucedió a una joven soltera a quien se le dijo que se convertiría en la madre del Mesías prometido, el Hijo de Dios (Lucas 1:26- 33). Cuando preguntó en qué momento ocurriría, el ángel Gabriel declaró: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra» (v. 35).

La imposibilidad en la vida de María no fue cubierta por la oscuridad, sino por la brillantez de la gloria y el poder de Dios. Su respuesta sigue dejándonos asombrados: «Hágase conmigo conforme a tu palabra» (v. 38).

Durante las semanas siguientes, mientras volvemos a leer la historia de la Navidad y pensamos en el nacimiento de Jesús en nuestro mundo, vale la pena reflexionar en la palabra cubrirá, ya que habla de una manera sumamente poderosa de la presencia del Señor en nuestro corazón y su capacidad de hacer relumbrar los momentos más oscuros.

—DCM
En toda situación, el amor y el poder de Dios nos cubren.

jueves, 21 de noviembre de 2013

21/11/2013 - Ese nombre

NUESTRO PAN DIARIO
21/11/2013
Ese nombre
Lectura: Filipenses 2:5-11
… Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre. —Filipenses 2:9

Nuestra nietita Maggie y su familia habían vuelto a su casa en Missouri, después de visitarnos en Grand Rapids, Michigan, en Estados Unidos. Su mamá nos contó que durante algunos días, después de haber regresado, Maggie caminaba por la casa repitiendo alegremente: «¡Michigan! ¡Michigan!».

Había algo en ese nombre que atraía a nuestra nieta. ¿Habrá sido por la forma en que sonaba? ¿Tal vez porque había disfrutado del tiempo que pasó allí? Es difícil saberlo en el caso de una niña de un año, pero el impacto de ese nombre había sido tal que no podía dejar de repetirlo.

Esto me hace pensar en otro nombre: Jesús, el «nombre que es sobre todo nombre» (Filipenses 2:9). Una canción de Bill y Gloria Gaither nos recuerda por qué amamos tanto ese nombre. Él es «Maestro» y «Salvador». Es verdad, ¡qué profundidad de significado tienen los nombres que describen a nuestro Señor! Cuando les mencionamos el gran nombre de Jesús a quienes lo necesitan como Salvador, podemos recordarles lo que hizo por nosotros.

Jesús es nuestro Salvador. Nos ha redimido mediante su sangre, y podemos entregar de todo corazón nuestra vida a Él. Jesús… ¡Qué todo el cielo y la Tierra, incluidos nosotros, proclamen su glorioso nombre!

—JDB
¡Jesús es el nombre más precioso!

miércoles, 20 de noviembre de 2013

20/11/2013 - Interés genuino

NUESTRO PAN DIARIO
20/11/2013
Interés genuino
Lectura: Filipenses 2:1-5
No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. —Filipenses 2:4

La primera noche del campamento para familias, el director comunicó el programa de la semana. Cuando terminó, preguntó si alguien quería decir algo. Una joven se puso de pie e hizo un conmovedor pedido de ayuda. Habló de su hermanito (un niño con necesidades especiales) y el desafío que implicaba cuidarlo. La familia estaba agotada, y nos pidió a todos que ayudáramos a cuidarlo durante la semana. Fue un pedido motivado por un interés genuino por su hermano y sus padres. A medida que pasaba la semana, era maravilloso ver cómo todos ayudaban a esta familia.

Su pedido fue un sutil recordatorio de cuán fácilmente podemos encerrarnos en nuestro mundo, vida y problemas… hasta el punto de no ver las necesidades de los demás. Pablo describe así nuestra responsabilidad: «No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros» (Filipenses 2:4). El versículo siguiente nos recuerda que esto es parte del ejemplo de Cristo: «Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús».

Nuestra ayuda manifiesta un interés semejante al de Cristo por aquellos que sufren. Apoyémonos en la gracia de Dios y confiemos en Él a fin de que nos capacite para servir a otros durante sus necesidades.

—WEC
Nada cuesta tanto como el interés… excepto el desinterés.

martes, 19 de noviembre de 2013

19/11/2013 - Compañero de viaje

NUESTRO PAN DIARIO
19/11/2013
Compañero de viaje
Lectura: Salmo 39
… Porque forastero soy para ti, y advenedizo, como todos mis padres. —Salmo 39:12

Hace poco, miré la lista de quienes se habían graduado conmigo en el seminario y descubrí que muchos de mis amigos ya habían muerto. Fue un aleccionador recordatorio de la brevedad de la vida. Alrededor de los 70, años más años menos, ya no estamos (Salmo 90:10). El poeta israelita tenía razón: Aquí solamente somos forasteros y advenedizos (39:12).

La brevedad de la vida me hace pensar en nuestro «final»: la extensión de nuestros días y la rapidez con que pasan (v. 4), un sentimiento que se hace más real a medida que nos acercamos al final de nuestra vida. Este mundo no es nuestro hogar; aquí somos extranjeros y peregrinos.

Sin embargo, no estamos solos en el viaje. Somos forasteros y advenedizos con Dios (39:12), un concepto que torna esta travesía en algo menos inquietante, menos atemorizante, menos preocupante. Atravesamos este mundo para entrar en el próximo con un Padre amoroso que nos acompaña y nos guía permanentemente. Aquí en la Tierra, somos extranjeros, pero nunca estamos solos en el recorrido (73:23-24). Tenemos a Aquel que afirma: «Yo estoy con vosotros todos los días» (Mateo 28:20).

Podemos perder de vista a padre, madre, cónyuge y amigos, pero siempre sabemos que Dios está caminando a nuestro lado. Un antiguo adagio lo expresa de este modo: «Ir bien acompañado hace que el camino parezca más fácil».

—DHR
Mientras recorres el cansador camino de la vida, deja que Jesús levante tu pesada carga.

lunes, 18 de noviembre de 2013

18/11/2013 - Bienvenido de regreso

NUESTRO PAN DIARIO
18/11/2013
Bienvenido de regreso
Lectura: Nehemías 9:7-21
… tú eres Dios que perdonas, clemente y piadoso… —Nehemías 9:17

Santi decidió seguir a Cristo a los diez años. Quince años después, su compromiso se había desvanecido. Había adoptado una filosofía de vivir solamente el momento y desarrollado malos hábitos. Al cabo de un tiempo, todo parecía caerse a pedazos: tuvo problemas en el trabajo y tres miembros de su familia murieron casi simultáneamente. Temores y dudas comenzaron a invadir a Santi, y nada parecía ayudar… hasta que un día, leyó el Salmo 121:2: «Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra». Estas palabras penetraron el temor y la confusión de su corazón. Recurrió a Dios en busca de ayuda, y el Señor lo recibió con agrado.

La travesía espiritual de Santi me recuerda la antigua historia de Israel. Los israelitas tenían una relación singular con Dios: eran su pueblo escogido (Nehemías 9:1-15). No obstante, pasaron muchos años en rebeldía e ignorando la bondad del Señor, y alejándose para seguir sus propios caminos (vv. 16-21). Sin embargo, cuando se volvieron a Él y se arrepintieron, Dios se mostró perdonador, «clemente y piadoso, tardo para la ira, y grande en misericordia» (v. 17).

Estas cualidades divinas nos animan a acercarnos al Señor… aun después de habernos alejado de Él. Cuando humildemente abandonamos nuestras conductas rebeldes y volvemos a consagrarnos a sus caminos, Dios muestra compasión y nos recibe con agrado de regreso a la comunión con Él.

—JBS
Los brazos acogedores de Dios están siempre abiertos.

domingo, 17 de noviembre de 2013

17/11/2013 - Héroe sobre el pecado

NUESTRO PAN DIARIO
17/11/2013
Héroe sobre el pecado
Lectura: 1 Juan 1
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio… —Salmo 51:10

Hace poco, alguien me hizo una pregunta sumamente difícil: «¿Cuál es el período más largo que has pasado sin pecar? ¿Una semana, un día, una hora?». ¿Cómo respondemos a una pregunta así? Si somos sinceros, podríamos afirmar: «No puedo vivir ni un solo día sin pecar». O si consideramos la semana que pasó, podríamos ver que no le hemos confesado a Dios ni un solo pecado. Sin embargo, nos engañaríamos si dijéramos que no hemos pecado con nuestros pensamientos o acciones durante una semana.

Dios conoce nuestro corazón y sabe si somos sensibles al poder de convicción del Espíritu Santo. Si en verdad nos conocemos, admitimos lo que declara 1 Juan 1:8: «Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros». Con toda seguridad, no queremos que el versículo 10 sea una realidad en nuestra vida: «Si decimos que no hemos pecado, […] su palabra no está en nosotros».

Esta podría ser una pregunta más alentadora: «¿Cómo responde Dios a nuestro reconocimiento del pecado y la necesidad de ser perdonados?». La respuesta es: «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados» (v. 9). Jesucristo ha quitado el problema del pecado al morir en nuestro lugar y resucitar. Por eso, puede crear en nosotros «un corazón limpio» (Salmo 51:10). Mi joven amigo Jaydon tiene razón cuando dice: «Jesús es el héroe sobre nuestros pecados».

—AMC
El perdón de Dios es la puerta a un nuevo comienzo.

sábado, 16 de noviembre de 2013

16/11/2013 - A quien corresponda

NUESTRO PAN DIARIO
16/11/2013
A quien corresponda
Lectura: Romanos 13:1-10
Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. —Romanos 13:7

Mi esposo y yo vivimos en una zona rural rodeada de granjas, donde este dicho es popular: «Si hoy comes, dale gracias a un granjero». Sin duda, los granjeros merecen nuestro agradecimiento, ya que hacen el trabajo abrasador y arduo de preparar la tierra, plantar las semillas y cosechar los alimentos que impiden que muramos de hambre.

Pero cada vez que le agradezco a un granjero, trato de recordar alabar a Dios, porque Él es el responsable de producir lo que comemos: da la luz, envía la lluvia y crea la energía dentro de la semilla que empuja a través del suelo y produce fruto.

Aunque la tierra y todo lo que hay en ella le pertenecen a Dios (Salmo 24:1), Él ha escogido que los seres humanos sean sus cuidadores. Somos responsables de utilizar los recursos de la Tierra como Él lo haría… para hacer su obra en el mundo (115:16). Y así como somos mayordomos de la creación divina, también lo somos de su diseño para la sociedad. Esto lo hacemos al respetar a quienes Él ha colocado en puestos de autoridad, pagar los impuestos, dar honra a los que se la han ganado y saldar permanentemente nuestra deuda de amor (Romanos 13:7-8). Pero hay algo que reservamos para Dios: toda la gloria y la alabanza le pertenecen porque hace posibles todas las cosas (Salmo 96:8).

—JAL
Los caminos inescrutables de Dios merecen nuestra alabanza ilimitada.

viernes, 15 de noviembre de 2013

15/11/2013 - Nuestro audaz Campeón

NUESTRO PAN DIARIO
15/11/2013
Nuestro audaz Campeón
Lectura: Mateo 8:23-34
¿Por qué teméis…? —Mateo 8:26

Cuando era niño, dormirme era un desafío. En cuanto mis padres apagaban las luces, la ropa que había amontonado sobre la silla tomaba la forma de un dragón enfurecido, y la idea de que algo estaba debajo de mi cama me causaba un pánico que me impedía dormir.

He llegado a la conclusión de que el poder inmovilizador del miedo no es solo una experiencia de la niñez. El temor impide que perdonemos, que defendamos nuestras convicciones en el trabajo, que demos de nuestros recursos para la obra de Dios o que digamos que no cuando todos nuestros amigos dicen que sí. Sin ayuda, estamos a merced de muchísimos dragones enfurecidos.

En el relato de los discípulos en el bote sacudido por la tormenta, me llama la atención que Jesús es el único que no tiene miedo. No tuvo temor de la tormenta, de un endemoniado junto a una tumba ni de la legión de demonios que lo poseían (Mateo 8:23-24).

Cuando tenemos miedo, debemos oír la pregunta de Jesús: «¿Por qué teméis…?» (v. 26), y recordar que Él nunca nos dejará ni nos abandonará (Hebreos 13:5-6). No hay nada que Él no pueda vencer; por lo tanto, nada a qué temerle. Así que, la próxima vez que tus temores te asalten, recuerda que puedes descansar en Jesús, ¡nuestro audaz Campeón!

—JMS
Cuando el temor te acobarde, clama a Jesús, nuestro valiente Campeón.

jueves, 14 de noviembre de 2013

14/11/2013 - Sobre ayudar a otros

NUESTRO PAN DIARIO
14/11/2013
Sobre ayudar a otros
Lectura: Levítico 19:9-15
Cuando siegues la mies de tu tierra, no segarás hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu tierra segada. —Levítico 19:9

Cuando las tormentas de nieve sepultan las tierras de pastoreo, los hacendados son quienes se ocupan de alimentar a sus animales. Mientras esparcen el heno, los animales más fuertes se abren paso hacia el frente. Los tímidos o enfermos consiguen comer poco o nada, a menos que él intervenga.

Los obreros en campamentos de refugiados o en almacenes de alimentos reportan un comportamiento similar. Cuando abren las puertas a los necesitados, los débiles y los tímidos, estos tal vez no llegan hasta el frente. Como sucede con los hacendados, estos medios de ayuda humanitaria deben adoptar medidas para asegurarse de que sus servicios lleguen a los marginados más débiles, cansados y enfermos.

Estos grupos practican el principio establecido por Dios hace tiempo. En Levítico 19, Moisés instruyó a los agricultores a dejar parte de sus cosechas para los pobres y los extranjeros, de modo que tuvieran algo para comer (vv. 9-10).

Nosotros también podemos servir como cuidadores de los débiles y los cansados, y honrar a Dios ayudando de diferentes maneras: maestros incentivando a alumnos callados a que se expresen, obreros acompañándose en sus luchas, prisioneros cuidando a los recién llegados o padres prestando atención a sus hijos.

Mientras procuramos servir a los necesitados, que la gracia de Dios que nos salvó cuando nos hacía falta nos impulse a alcanzar a otros que están en la misma condición.

—RKK
Al servir a los demás, servimos a Dios

miércoles, 13 de noviembre de 2013

13/11/2013 - Pieza de rompecabezas

NUESTRO PAN DIARIO
13/11/2013
Pieza de rompecabezas
Lectura: 1 Corintios 12:12-27
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. —1 Corintios 12:18

En su fiesta de cumpleaños, la invitada de honor invirtió las cosas al darle un regalo a todos los presentes. Cristina le entregó a cada uno una nota donde expresaba lo que esa persona significaba para ella, junto con palabras alentadoras sobre lo que Dios había planeado para sus vidas. Además de la nota, incluyó una pieza de rompecabezas, como un recordatorio de que cada uno es único e importante en el plan divino.

Esa experiencia me ayudó a leer 1 Corintios 12 con una nueva perspectiva. Pablo comparó la Iglesia, el cuerpo de Cristo, con un cuerpo humano. Así como nuestro cuerpo físico tiene manos, pies, ojos y oídos, y todos son parte de un mismo cuerpo, ningún seguidor de Cristo puede declararse independiente del cuerpo ni ninguna parte puede decirle a otra que es innecesaria (vv. 12-17). «Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso» (v. 18).

Es fácil sentirse más insignificante que otros cuyos dones son diferentes o quizá más visibles. No obstante, el Señor desea que nos veamos como Él lo hace: creados en forma exclusiva y altamente valorados por Él.

Eres una pieza del cuadro que sin ti está incompleto. Dios te ha dotado para que seas una parte importante del cuerpo de Cristo, para honrarlo.

—DCM
Tu vida es un regalo de Dios; conviértela en un regalo para Él.

martes, 12 de noviembre de 2013

12/11/2013 - Momentos embarazosos

NUESTRO PAN DIARIO
12/11/2013
Momentos embarazosos
Lectura: Juan 8:1-11
… Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. —Juan 8:11

Las luces titilantes de la policía me hicieron prestar atención a una mujer que había sido detenida por una infracción de tránsito. Mientras el oficial, con la libreta de multas en la mano, volvía a su auto, pude ver claramente a la conductora avergonzada y sentada impotente detrás del volante. Trataba de taparse la cara para que la gente que pasaba no la viera, con la esperanza de que no supieran quién era. Su proceder me recordó cuán embarazoso puede resultar cuando nuestras decisiones y sus consecuencias ponen de manifiesto cómo somos.

Cuando una mujer culpable fue llevada ante Jesús y se expuso su inmoralidad, la multitud hizo algo más que observar; pidió que fuera condenada. Sin embargo, Jesús mostró misericordia. El único con derecho a juzgar el pecado respondió mostrando compasión ante el fracaso de esa mujer. Después de despedir a los acusadores, «Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más» (Juan 8:11). La compasión del Señor nos trae a la mente su gracia perdonadora, y la orden que le dio a aquella mujer enfatiza su gran deseo de que vivamos disfrutando de esa gracia. Ambos elementos muestran la profundidad del interés de Cristo por nosotros cuando tropezamos y caemos.

Aun en los momentos de fracaso más embarazosos, podemos clamar a Él y descubrir que su gracia es verdaderamente asombrosa.

—WEC
Jesús es el único que puede suplir la gracia que necesitamos para enfrentar cada prueba.

lunes, 11 de noviembre de 2013

11/11/2013 - Diarios de tragedias

NUESTRO PAN DIARIO
11/11/2013
Diarios de tragedias
Lectura: Lamentaciones 3:19-33
… nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad… —Lamentaciones 3:22-23

Yves Congar tenía solo diez años cuando empezó la Segunda Guerra Mundial y la ciudad francesa donde vivía fue invadida por el ejército alemán. Su madre lo animó a llevar un diario, el cual se convirtió en una narración clara de una ocupación militar, con detalles coloridos. Registró una tragedia desde la perspectiva de un niño. Lo que había presenciado tuvo un impacto tan profundo en su vida que se sintió llamado a comunicarles a otros la esperanza que hay en Cristo.

Siglos antes, el profeta Jeremías había sido testigo de la invasión de Jerusalén a manos de Nabucodonosor, y escribió sus observaciones en su «diario»: el libro de Lamentaciones. A pesar de los momentos desesperantes, el profeta encontró esperanza en el corazón de Dios: «Por la misericordia del Señor no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad» (3:22-23).

En diversas ocasiones, podemos experimentar o ser testigos de tragedias que parecen fuerzas hostiles que atacan nuestra vida. Pero esos momentos difíciles no duran para siempre. Como sucedió con Jeremías, nuestra mayor esperanza sustentadora es reflexionar en la fidelidad y la provisión de nuestro Padre celestial. ¡Las misericordias del Señor son nuevas cada mañana, y su fidelidad es grande!

—HDF
La mejor razón para la esperanza es la fidelidad de Dios.

domingo, 10 de noviembre de 2013

10/11/2013 - Palabras paternales

NUESTRO PAN DIARIO
10/11/2013
Palabras paternales
Lectura: Salmo 119:89-93
Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, porque con ellos me has vivificado. —Salmo 119:93

Jim Davidson estaba escalando el Monte Rainier, cuando cayó por un puente de nieve en una grieta oscura y helada de un glaciar. Mientras estaba allí herido y ensangrentado, reflexionó sobre su niñez y recordó que su padre solía recordarle que podía lograr grandes cosas si se esforzaba en medio de la adversidad. Esas palabras lo ayudaron a soportar durante las cinco horas siguientes en que trepó por la pared de esa cueva oscura de hielo, con muy pocos elementos y bajo circunstancias extremadamente difíciles, hasta llegar a un lugar seguro.

Al parecer, el salmista salió de su grieta de aflicción y angustia recordando las palabras de su Padre celestial. Reconoció que si Dios y su Palabra no lo hubieran sostenido, habría muerto en su dolor (Salmo 119:92). Expresó una confianza plena en la Palabra eterna de Dios (v. 89) y en su fidelidad (v. 90). Como resultado de esta fidelidad, el salmista se comprometió a no olvidar nunca lo que Dios le había dicho, ya que había sido esencial para rescatar su vida y darle fuerzas.

En los momentos oscuros de aflicción, nuestra alma puede ser vivificada por nuestro Padre celestial, al recordar y llenar nuestra mente con sus palabras alentadoras.

—MLW
Recordar las palabras de Dios vivifica nuestra alma.

sábado, 9 de noviembre de 2013

09/11/2013 - La roca

NUESTRO PAN DIARIO
09/11/2013
La roca
Lectura: Mateo 7:24-27; Efesios 2:18-22
… siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo. —Efesios 2:20

En un viaje que hicimos con mi esposo, visitamos Plymouth Rock, un símbolo icónico de los Estados Unidos. La tradición sostiene que es el lugar donde los peregrinos, que llegaron a Norteamérica en el Mayflower en 1620, posaron por primera vez sus pies. Si bien nos encantó descubrir su significado, nos sorprendió y decepcionó que la piedra fuera tan pequeña. Nos enteramos de que por la erosión y la gente que se llevaba pedacitos, ahora solo mantiene un tercio de su tamaño original.

La Biblia habla de Jesús como una Roca (1 Corintios 10:4) que nunca cambia (Hebreos 13:8). Él es la Roca firme sobre la cual podemos construir nuestra vida. La Iglesia (el cuerpo de creyentes) se edifica sobre un cimiento del que «la principal piedra del ángulo [es] Jesucristo mismo». Todos los creyentes están unidos en Él (Efesios 2:20-22).

Jesucristo es la Roca sólida a la que podemos aferrarnos cuando las tormentas de la vida arremeten contra nosotros (Mateo 7:25). La escritora Madeleine L'Engle afirma: «Es bueno que, ocasionalmente, se nos quite todo aquello donde nos apoyamos, ya que esto nos permite discernir si lo que está bajo nuestros pies es roca o arena».

Plymouth Rock es una masa interesante de minerales con un intrigante significado histórico. Pero Cristo es una piedra angular preciosa, y los que confían en Él tendrán siempre una Roca de la cual depender.

—CHK
Cristo, la Roca, es nuestra segura esperanza.

viernes, 8 de noviembre de 2013

08/11/2013 - La bendición de dar

NUESTRO PAN DIARIO
08/11/2013
La bendición de dar

Lectura: Marcos 12:38-44

… Más bienaventurado es dar que recibir. —Hechos 20:35

No tenía sentido que una viuda donara sus últimas monedas a una institución corrupta de Jerusalén, donde los escribas que dependían de esas ofrendas «[devoraban] las casas de las viudas» (Marcos 12:40). Pero en la acción de esa mujer, Jesús vio una muestra conmovedora de la actitud correcta hacia el dinero (vv. 41-44).

Gordon Cosby cuenta que, mientras era pastor de una iglesia en Estados Unidos, una viuda cuyo ingreso apenas alcanzaba para alimentar y vestir a sus seis hijos colocaba fielmente todas las semanas cuatro dólares en la ofrenda. Un diácono le sugirió que fuera a verla y le dijera que podía usar ese dinero para su familia, en lugar de ofrendarlo.

Cosby siguió el consejo del diácono… lo cual lamentó mucho. «Usted está tratando de quitarme la última cosa que me da significado y dignidad», dijo ella. Esta mujer había descubierto el secreto de dar: puede beneficiar al dador más que al receptor. Es verdad, los pobres necesitan ayuda financiera, pero la necesidad de dar puede ser tan importante como la de recibir.

La acción de dar nos recuerda que vivimos por la gracia de Dios, como los pájaros y las flores. Estos componentes de la creación divina no se preocupan por su futuro, y nosotros tampoco deberíamos hacerlo. Dar nos brinda una manera de expresar nuestra confianza en que Dios se ocupará de nosotros, tal como lo hace por las aves y los lirios (Mateo 6:25-34).

—PY
Al ofrendar dinero, desarmamos su poder.

jueves, 7 de noviembre de 2013

07/11/2013 - Dos victorias

NUESTRO PAN DIARIO
07/11/2013
Dos victorias
Lectura: 2 Samuel 5:17-25
Entonces consultó David al Señor… —2 Samuel 5:19

El rey David se enfrentaba a un enemigo conocido. Años antes, había derrotado a Goliat, el principal guerrero filisteo, matándolo de una pedrada (1 Samuel 17). Ahora era monarca de Israel, ¡y los filisteos aparecieron otra vez! Oyeron que él era el rey y decidieron atacar (2 Samuel 5:17).

¿Qué es lo primero que hacemos cuando aparece un problema? Podemos entrar en pánico, planificar… o hacer como hizo David: orar. «Entonces consultó David al Señor» (v. 19), y Dios lo guió.

David tuvo que pelear dos batallas contra los filisteos: una en Baal-perazim y la otra en el valle de Refaim. Hizo bien en consultar a Dios porque, en estas dos batallas, se aplicaron estrategias diferentes. En la primera, el Señor triunfó exclusivamente con su poder: «Quebrantó el Señor a mis enemigos», registró David (v. 20). En la siguiente, Dios le dio a David un plan de acción, y cuando el rey lo implementó, los israelitas vencieron (vv. 23-25).

Todos los días enfrentamos muchos desafíos. Aunque no hay una respuesta que se aplique a todo, nuestra primera acción siempre debe ser consultar a Dios. A medida que el Señor nos vaya guiando, podemos confiar en Él. Entonces, ya sea que la victoria llegue a través de su intervención milagrosa o mediante su guía, toda la gloria es para Dios.

—JDB
Para estar firme ante cualquier desafío, pasa tiempo de rodillas.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

06/11/2013 - Tiempo para todo

NUESTRO PAN DIARIO
06/11/2013
Tiempo para todo
Lectura: Eclesiastés 3:1-8
Todo tiene su tiempo… —Eclesiastés 3:1

En la década de 1960, la banda The Byrds popularizó la canción Turn! Turn! Turn! [¡Gira! ¡Gira! ¡Gira!]. Subió a la cima de las 100 canciones más destacadas en Estados Unidos y se hizo popular en el mundo entero. La gente parecía cautivada con la letra. No obstante, lo interesante era que, excepto por la última línea, esas palabras eran del libro del Antiguo Testamento llamado Eclesiastés.

«Todo tiene su tiempo», proclama el escritor de Eclesiastés, «y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora» (3:1). Después, enumera algunas de las etapas de la experiencia humana: nacimiento y muerte, ganancias y pérdidas, lágrimas y risas, luto y baile. Así como las estaciones de la naturaleza cambian, lo mismo sucede con las épocas de la vida. Nuestras circunstancias nunca se mantienen igual por mucho tiempo.

A veces, recibimos bien los cambios en nuestra vida. Pero a menudo, resulta difícil, en especial cuando implica tristeza y pérdidas. Sin embargo, aun entonces podemos dar gracias de que Dios no cambia. A través del profeta Malaquías, declaró: «Porque yo el Señor no cambio» (Malaquías 3:6).

Como Dios es constante, podemos descansar en Él durante las etapas cambiantes de la vida. El Señor está siempre presente con nosotros (Salmo 46:1), su paz tiene poder para cuidar nuestro corazón (Filipenses 4:7) y su amor proporciona seguridad para nuestra alma (Romanos 8:39).

—JBS
La naturaleza inmutable de Dios es nuestra seguridad durante los tiempos de cambio.

martes, 5 de noviembre de 2013

05/11/2013 - Por buena conducta

NUESTRO PAN DIARIO
05/11/2013
Por buena conducta
Lectura: 2 Corintios 5:1-11
Por tanto procuramos […] serle agradables [a Dios]. —2 Corintios 5:9

En el ministerio para niños en mi iglesia, damos tarjetas a aquellos que notamos que se portan bien. Los pequeños las juntan y reciben premios por las buenas decisiones que han tomado. De este modo, tratamos de reafirmar la buena conducta en lugar de concentrarnos en el mal comportamiento.

Cuando un líder le entregó una tarjeta a Timoteo, de once años de edad, él respondió: «No, gracias. No la necesito. Quiero portarme bien, y no necesito una recompensa por hacerlo». Para él, hacer lo correcto era la recompensa. Sin duda, ese muchachito tiene bien incorporados los buenos valores y desea ponerlos en práctica… haya premio o no.

Como creyentes en Cristo, nosotros un día también recibiremos recompensas. En 2 Corintios 5:10, Pablo expresa que cada uno recibirá «según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo». Pero el recibir una recompensa no debe ser nuestra motivación para vivir correctamente. Tampoco debe serlo ganar la salvación. El deseo y la motivación de nuestro corazón tienen que ser el amor de Dios y el procurar agradarle.

Cuando amamos a Dios, hacemos que nuestro objetivo sea complacer a Aquel que nos amó primero (1 Juan 4:19) y servirlo con motivaciones puras (Proverbios 16:2; 1 Corintios 4:5). ¡La mejor recompensa será estar con Él!

—AMC
Nuestro deseo de agradar a Dios es lo que más nos motiva a obedecerlo.

lunes, 4 de noviembre de 2013

04/11/2013 - Saltar la pared

NUESTRO PAN DIARIO
04/11/2013
Saltar la pared
Lectura: Romanos 12:14-21
Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan, y si tuviere sed, dale de beber agua. —Proverbios 25:21

El sargento Richard Kirkland fue un soldado confederado durante la Guerra Civil en los Estados Unidos (1861-1865). Cuando el fracaso del ejército de la Unión durante la Batalla de Fredericksburg dejó abandonados a los soldados en tierra de nadie, Kirkland consiguió permiso para socorrerlos. Con varias cantimploras, saltó la pared de piedra y se inclinó para ayudar al primer soldado. Corriendo gran riesgo, el «Ángel de Marye's Heights» extendió la misericordia de Cristo a soldados enemigos.

Si bien pocos nos enfrentaremos a enemigos en un campo de batalla, sí hallaremos personas sufrientes por todas partes, que luchan contra la soledad, la pérdida, los problemas de salud y el pecado. Sus clamores, silenciados por nuestras numerosas distracciones, ruegan pidiendo misericordia y consuelo, esperanza y auxilio.

El ejemplo de Kirkland al demostrar la compasión de Cristo puso en práctica el mandato de amar a los enemigos (Mateo 5:44). Pablo amplió este tema al citar Proverbios 25:21: «Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber» (Romanos 12:20). «No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal», fue su instrucción (v. 21).

El desafío de Pablo nos insta a imitar al sargento Kirkland. Hoy es el día de «saltar la pared» de la seguridad para brindar el consuelo de Dios a los necesitados.

—RKK
«Podemos ser amables aunque alguien no nos agrade». —Samuel Johnson

domingo, 3 de noviembre de 2013

03/11/2013 - Quedarse quieto

NUESTRO PAN DIARIO
03/11/2013
Quedarse quieto
Lectura: Salmo 46
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. —Salmo 46:10

Eric Liddell, conmemorado en la película Carrozas de Fuego, ganó una medalla de oro en las Olimpíadas de 1924, antes de ir a China como misionero. Años después, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, envió a su familia a Canadá para protegerla, pero él se quedó. Poco después, él y otro misionero extranjero fueron detenidos en un campo de concentración japonés. Tras varios meses de cautiverio, Liddell desarrolló lo que los médicos temían que fuera un tumor cerebral.

Los domingos por la tarde, una banda tocaba cerca del hospital, así que un día, Liddell pidió que interpretaran el himno «Alma mía, descansa». Me pregunto si al escucharla, meditaba en su letra: Reposa, alma mía: la hora está por llegar / cuando estaremos para siempre con el Señor. / Cuando la decepción, el dolor y el temor terminen, / se olvide la tristeza, los goces más puros del amor se restauren. / Reposa, alma mía: cuando los cambios y las lágrimas hayan pasado / todos a salvo y bendecidos al final nos encontraremos.

Este hermoso himno, tan consolador para Eric mientras enfrentaba una enfermedad de la que murió tres años después, expresa una gran realidad de las Escrituras. En el Salmo 46:10, David escribió: «Estad quietos, y conoced que yo soy Dios». En los momentos más oscuros, podemos descansar porque nuestro Señor conquistó la muerte por nosotros. Quédate quieto y deja que Él aplaque tus mayores miedos.

—WEC
El susurro consolador de Dios acalla el ruido de nuestras pruebas.

sábado, 2 de noviembre de 2013

02/11/2013 - ¿Quién dice la verdad?

NUESTRO PAN DIARIO
02/11/2013
¿Quién dice la verdad?
Lectura: Juan 8:31-47
¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? —Juan 8:46

Durante la campaña presidencial de 2012 en Estados Unidos, la cobertura televisiva de los discursos y los debates solía incluir una «verificación de datos», hecha por analistas que comparaban las declaraciones de los candidatos con sus registros de la realidad. ¿Estaban diciendo la verdad o manipulando los hechos para sacar ventaja?

El apóstol Juan registró un debate entre Jesús y un grupo de personas que creían que Él declaraba cosas falsas sobre sí mismo. El Señor les dijo: «Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres…» (Juan 8:31-32). Le contestaron que nunca habían sido esclavos de nadie, y preguntaron: «¿Cómo dices tú: Seréis libres?» (v. 33).

El debate continuó, y Jesús siguió afirmando que estaba diciéndoles la verdad (vv. 34, 40, 45-46, 51). Algunos le creyeron, pero otros permanecieron enojados con Él y escépticos.

En cierto sentido, ese debate continúa en la actualidad. Los que se oponen a Jesús buscan desacreditar sus declaraciones y distorsionarlas para que se conviertan en mentiras. El Señor declara: «Yo les digo la verdad», y promete que nos dará una libertad que no podemos hallar en ningún otro lado.

Vale la pena hacer una «verificación de datos» del registro bíblico de la vida de Jesús para determinar a quién seguiremos. Todos tenemos una decisión que tomar.

—DCM
La verdad de Dios supera toda prueba.

viernes, 1 de noviembre de 2013

01/11/2013 - Amados para amar

NUESTRO PAN DIARIO
01/11/2013
Amados para amar
Lectura: Deuteronomio 10:12-22
… ¿qué pide el Señor tu Dios de ti, sino que […] andes en todos sus caminos, y que lo ames…? —Deuteronomio 10:12

«El corazón no se juzga por cuánto amas, sino por cuánto te aman los demás». Vi esta cita atribuida al Mago de Oz en una placa en la pared de una tienda de regalos.

El Mago de Oz tal vez sea una buena historia, pero no es una fuente confiable de información espiritual. Dios dijo algo muy diferente. Según Él, el mayor mandamiento es amar… amarlo a Él primero y después a los demás (Marcos 12:29-31). Las Escrituras no alientan a esperar que ese amor sea retribuido. En realidad, Jesús declaró lo opuesto en su sermón más famoso: «Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos…» (Mateo 5:11-12).

En lo que respecta a amar, lo que necesitamos saber es esto: Todo el amor empieza con Dios (1 Juan 4:19). Como Moisés les dijo a los israelitas, Dios se deleitaba en ellos para amarlos (Deuteronomio 10:15), y debido a esto, ellos tenían que amar a los demás, incluso a los extranjeros (v. 19). La intención de Dios es que todos aquellos que reciben su amor se conviertan en canales de ese amor hacia los demás.

Fuera de Dios, quien es amor en sí mismo, ninguno de nosotros podría amar ni ser amado de verdad (1 Juan 4:7-8).

—JAL
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. —1 Juan 4:8