Anàlisis

sábado, 4 de abril de 2015

Nuestro Pan Diario
04/04/2015
El árbol del amor

[Jesús] llevó […] nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero… (1 Pedro 2:24).
La biblia en un año: Rut 1–4; Lucas 8:1-25


El sauce tirabuzón se mantuvo erguido en nuestro patio durante más de 20 años. Dio sombra a nuestros cuatro hijos mientras jugaban y refugio a las ardillas del vecindario. Sin embargo, cuando llegó la primavera y no despertó de su sueño invernal, fue hora de cortarlo.


Durante una semana, trabajé sobre aquel sauce: primero, para echarlo abajo; luego, para cortar en trozos dos décadas de madera. Eso me dio mucho tiempo para pensar en los árboles.


Pensé en el primer árbol: aquel del cual pendía el fruto prohibido que Adán y Eva no pudieron evitar comer (Génesis 3:6) . Dios lo usó para probar su lealtad y confianza. Después, tenemos el árbol del Salmo 1, que nos recuerda la productividad de la vida piadosa. En Proverbios 3:18, se personifica a la sabiduría como un árbol de vida.


No obstante, el árbol más importante es uno que fue trasplantado: la tosca cruz del Calvario. Allí, nuestro Salvador estuvo suspendido entre el cielo y la Tierra, para cargar sobre sus hombros el pecado de todos. Este se eleva sobre todos los demás árboles como un símbolo de amor, sacrificio y salvación.


En aquella cruz, el unigénito Hijo de Dios padeció una muerte horrenda. Para nosotros, aquel fue el árbol de vida.
— DB

         Padre, en esta Pascua, te agradecemos por tu Hijo que se entregó en la cruz por nosotros. 


          La cruz de Cristo revela lo peor del pecado del hombre y lo mejor del amor de Dios.


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